Adventure Body In Motion 2015 - Ordesa y Monte Perdido - V.F. Sorrosal


Cuarta adventure, una vez más con los únicos requisitos de dormir una noche fuera y ganas de pasarlo bien. Este año teníamos más ganas de más montaña y hemos decidido ir al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido en el pirineo Aragonés, concretamente a uno de los mejores miradores que tiene, la faja de las Flores y aprovechar la visita a la zona para hacer la Vía Ferrata del Sorrosal (Broto - Huesca).

Sábado 18 de julio:

04:45h David empieza la ruta y nos va recogiendo uno a uno para salir lo antes posible a Torla (300km / 3h 30min) pero tardamos poco más de 4h por una pequeña parada para desayunar.


09:30h Dejamos el coche en el aparcamiento de Torla, hay muchas nubes y hace fresco, cosa que agradecemos ya que estos días está haciendo un calor insoportable, nos equipamos con lo necesario para la excursión y vamos a la parada del autobús, en esta época del año no es posible subir en coche al aparcamiento de la pradera.


10:15h Llegada a la pradera de Ordesa, cargamos con las mochilas y empezamos a disfrutar de las increíbles vistas que nos ofrece el parque, nos dirigimos por una senda que atraviesa un bosque de hayas a las clavijas del barranco de Cotatuero que son más aéreas y de mayor dificultad, donde podemos divisar la impresionante cascada.


Justo a la llegada de las clavijas y mientras nos equipamos con el arnés y disipador comienza a llover, en ese momento nos entran dudas de si es o no buena idea seguir avanzando, unos senderistas que las hacen de bajada nos avisan de que mucho ojo allá arriba en mojado. Aprovechamos para comer y recuperar fuerzas y en esos 20 minutos más o menos deja de llover, parece que mejora el tiempo y decidimos seguir adelante.

Una vez superadas las clavijas que no son complicadas pero si muy aéreas (recomendamos llevar arnés más baga disipadora), llegamos a la cascada de Cotatuero. Seguimos ascendiendo hasta el inicio de la faja de las Flores, una estrecha senda a 2.400 metros de altitud donde paramos para comer algo y descansar un poco. 


Miramos atrás para ver lo que llevamos recorrido y empezamos la travesía por la faja, que es practicamente llana y lo suficientemente ancha como para que no sea peligrosa siempre y cuando no llueva o esté nevado, las vistas son espectaculares y si nos acercamos al borde del precipicio notaremos cierto cosquilleo, tenemos más de mil metros de caída hasta la pradera de Ordesa.

La idea una vez hecha la faja es subir al Tozal de Mayo, pero hay previsión de lluvia y las nubes se ponen bastante negras, descartamos subirlo y decidimos bajar por la fajeta de la Carriata en vez de por las clavijas. La fajeta no es complicada, pero si técnica en algunos tramos y bastante aérea, después de la fajeta el descenso sigue por un sendero en eses que se nos hace bastante pesado, acaba en la carretera que nos devuelve a parking de la pradera de Ordesa donde en el bar nos espera una merecida cerveza.

Volvemos a subirnos al autobús que nos lleva de vuelta a Torla, donde tenemos el coche aparcado, durante durante la espera y el trayecto se cumple la predicción de lluvia, descartamos subir al refugio de Bujaruelo y decidimos dormir en el camping Rio Ara que está en el mismo pueblo.

El tiempo justo de montar la tienda y vuelve a caer la lluvia, pero esta vez con más intensidad, suerte que este año hemos llevado la grande y nos permite cenar dentro sin mojarnos aunque parte de la ropa que se quedó en el coche estaba mojada por el deshielo de la nevera donde tenemos la carne y bebidas. 


Domingo 19 de julio:

8:15h Nos levantamos pronto, tomamos un café en el bar del camping y como amanece soleado aprovechamos para secar la tienda y la ropa mientras nos comemos la otra parte de la carne que sobró de la cena.


11:30h Llegamos a Broto para hacer la via ferrata del Sorrosal, que está a unos 5 minutos del centro del pueblo, al inicio lo primero que vemos y oímos es la impresionante cascada que da nombre a la vía.

La vía comienza subiendo por una pared, despues de pasar un resalte por una escalera comenzamos a coger altura, está bien equipada pero se nota que tiene mucho paso y algunas grapas están dobladas o desgastadas. Hay tramos en los que hay que tener cuidado al avanzar porque la humedad y el agua que se filtra los hacen muy resbaladizos, aunque en esta epoca del año incluso se agradece que te caiga agua para refrescarte. Una vez arriba entramos en la cueva que la atraviesa el agua, a la salida junto con la cueva es la parte más bonita de la ferrata y donde está el salto de la cascada, pasados unos metros y dejando el agua no deja de ser un tramite más.




























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